domingo, 4 de diciembre de 2011

Lucho pero nunca acabará mi lucha



A diferencia de muchos, me considero fiel seguidora y defensora del cine español. Creo que todavía, a día de hoy, no se reconoce el talento de nuestro cine. Hay películas que me pueden gustar más o menos, o películas que en la vida se me ocurriría volver a ver, pero puedo decir alto que me gusta el cine español. 


Siguiendo mi lista, hoy he estado viendo una película de Montxo Armendáriz "Silencio roto". Es una película que refleja la vida de guerrilleros antifranquistas en la posguerra española, la vida de quienes han sido considerados unos soñadores ideológicos. Unos soñadores que siempre mantuvieron sus ideales de libertad y república durante los primeros años de la dictadura. Pero fundamentalmente, "Silencio roto" retrata el papel fundamental que realizaron las mujeres en la lucha guerrillera antifranquista. Esta vez, los héroes de guerra son las mujeres, todas aquellas mujeres que quedaron viudas, tuvieron que ver a sus maridos mutilados o simplemente nunca llegaron a saber qué fue de ellos. Si bien la película no ha terminado de convencerme a pesar del horror de la situación, si es cierto que es una tortura psicológica, el vivir sin vivir, el vivir sin saber a qué atenerse, siempre bajo la amenaza del miedo.


Películas como esta me recuerdan la importancia que tuvieron todas aquellas personas que dieron su vida tratando de defender unos ideales. Unos ideales que hoy en día tengo el orgullo de decir que también son los míos. "No te metas en líos. Las ideas son para los que viven de ellas. No traen nada bueno", es lo que le dice Teresa a su sobrina Lucía mientras ve pasar a un vecino del pueblo al que posteriormente van a fusilar. La razón por la que se me ha quedado grabado es porque en innumerables ocasiones he escuchado a mi bisabuela y a mi abuela decirlo en casa. He crecido escuchando historias sobre la Guerra Civil y la posguerra,  historias que tenían como protagonistas a mi familia. A día de hoy, me sigue gustando preguntarle a mi abuela que me las cuente de nuevo. Me encanta escucharlas porque me hacen sentirme más orgullosa de la familia de la que vengo, orgullosa de saber que ellos nunca renegaron de sus ideales. Al final, siempre termina diciéndome lo mismo, que los ideales no llevan a ningún sitio. Y yo entiendo perfectamente sus razones, aunque intento convencerla de que las cosas ya han cambiado y afortunadamente no tendremos que pasar por algo así de nuevo.


La posguerra no fue fácil para nadie, y mi familia no fue una excepción. El miedo es el principal recuerdo que quedó tras el horror de una guerra y una posguerra que se saldó con tantas muertes. La diferencia entre la situación actual y la de entonces es que hoy tenemos la libertad para poder expresarnos y defender nuestra ideología con la fuerza de las palabras, sin necesidad de utilizar las armas. Yo sé que mi abuela va a leer esto, y me pedirá que no siga hablando de estas cosas...Por eso voy a aprovechar a decirla que lo siento, pero que no puedo callarme. No puedo callarme porque es un gran orgullo para mí tenerla como abuela. Porque es un gran orgullo ser su nieta. Porque es un gran orgullo poder defender aquello en lo que creo, por defender lo que creo que es justo. Porque es una forma de honrarla tanto a ella como a mi bisabuela por ser dos grandes ejemplos de superación y de lucha. Es una lucha por todos aquellos que nunca dejaron de luchar, de una u otra forma.  Una lucha en defensa de la Memoria Histórica, una lucha para que no nos olvidemos de los asesinatos que se cometieron durante la dictadura franquista. Para que no nos olvidemos de todos aquellos que murieron simplemente por ser considerados "rojos". 


Para terminar, voy a dejar un fragmento de otro de los diálogos de la película, también entre tía y sobrina.


-¿Qué consiguió? Que le pegaran dos tiros. Eso es todo lo que consiguió. Que lo mataran.
-Consiguió dejarnos honradez tía.  ¿Le parece poco?
-¿Y para qué os ha servido?
-Para llevar la cabeza bien alta.


Yo llevo la cabeza bien alta, orgullosa de saber de dónde vengo e intentado estar orgullosa del camino hacia el que me dirijo......siempre un camino rojo, y si este me tiene que desviar, que sea siempre hacia la izquierda...

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