jueves, 17 de mayo de 2012

Una puerta se cierra para dar paso a una nueva



Qué rápido pasa el tiempo... sin darme cuenta (o quizá siendo demasiado consciente), han pasado cuatro años de mi vida... una etapa que empezó en Agosto de 2008 y que ha terminado en Mayo de 2012. Cuatro años que han tenido de todo, pero de los que, sin lugar a dudas, no me arrepiento de nada. Ha sido una gran experiencia, en todos los sentidos. 

Desde Enero, han sido meses interesantes, un semestre intenso. Las ganas de hacerlo todo perfecto han hecho que los resultados a veces no fueran los deseados. Pero como sabemos, "no hay mal que cien años dure". 

Académicamente, ha sido un buen semestre. No fácil, porque ninguno lo ha sido, pero sí menos estresante que los anteriores. Pero para que no me relajase, el proyecto final de carrera se ha encargado de darme muchos quebraderos de cabeza... más de los que me hubiese gustado... pero el resultado final, es lo que importa, y ese ha sido muy bueno.

En lo que al tenis se refiere, estos meses han sido duros. Comenzar con una preparación intensa, superar las primeras semanas de entrenamiento para intentar estar lo mejor preparada para el inicio de la temporada... pero los partidos llegan, y los resultados no reflejan todo el esfuerzo y trabajo hecho. Jugar de número uno no ha sido fácil. Personalmente, ha sido una recompensa a 4 años de trabajo, pero la presión ha sido mucho más alta. Aunque reconozco, que gran parte de esa presión es la que durante mucho tiempo me he ido poniendo yo misma. Si alguien tiene la culpa de eso, soy yo misma.

Siempre, desde pequeña, me he puesto distintas metas y objetivos, y para conseguirlos, he tenido que imponerme una disciplina... sin disciplina ni constancia es muy difícil alcanzar esas metas. Y para esta aventura, no iba a ser distinto. Es posible que esa disciplina, en ciertos momentos, desde fuera, pueda ser vista como algo negativo que no me deja disfrutar del momento. Es posible, pero también es cierto que cada persona tiene una forma distinta de disfrutar de las cosas, ni mejor ni peor, simplemente distinta.

Durante estos cuatro años, he llevado mi cuerpo y mi mente a los límites, he llegado incluso a superarlos en ciertas ocasiones... y a la larga, pasa factura. Está pasándome factura. Pero no lo veo algo negativo, al contrario. Estoy orgullosa de haber llegado donde he llegado y de haberlo conseguido a base de esfuerzo y constancia. Por muy mal que han ido las cosas, nunca me he rendido ni he pensado en abandonar. Cuando las cosas no van como esperas, hay que tener el valor y la fuerza suficiente para reconocerlo y saber dar un paso atrás, ya que sólo así se pueden corregir los posible errores cometidos y empezar a caminar hacia delante de nuevo.

 Durante esta etapa, he aprendido a disfrutar sufriendo. ¿Contradictorio? Quizá. Para mí tiene todo el sentido del mundo. Es algo difícil de explicar, es un sentimiento, una sensación, algo que desde dentro te empuja a seguir y seguir, a no rendirte nunca por muy mal que lo estés pasando. Esto lo he aprendido gracias al tenis... un deporte que amo, que me lo ha hecho pasar muy mal, pero que he disfrutado aún sufriendo, y que me ha dado grandes momentos. Momentos que nunca olvidaré, momentos que no he tenido la posibilidad de disfrutar con mi familia, pero otros tantos que hemos podido celebrar juntos.

He acabado la carrera, y lo he hecho graduándome Cum Laude... He puesto punto y final a mi carrera tenística, y lo he hecho con la satisfacción de haber dado lo mejor de mí en todo momento, cuando las cosas iban bien, y de haberme esforzado el doble cuando iban mal. He cumplido dos grandes objetivos en mi vida, pero son sólo dos objetivos de los muchos que me quedan por delante. 

Una etapa ha acabado... una nueva empieza, y se dice que lo mejor, siempre está por venir. Esta nueva etapa me lleva a quedarme, al menos, dos años más en USA... después, ya veremos. Ahora...a disfrutar del verano, de la familia y de los amigos en España... después...en Agosto, daremos el pistoletazo de salida a la nueva etapa, que como cualquier otra, tendrá unos objetivos marcados, y por lo tanto, una serie de responsabilidades y una disciplina que cumplir.

Todo, absolutamente todo lo que he conseguido en mi vida, sea cual sea el ámbito, no habría sido posible sin el apoyo, la ayuda incondicional y la paciencia de mi familia... Por mis padres, mi hermana, mi abuela y mi bisabuela, soy lo que soy y estoy donde estoy... Nunca será suficiente para devolverles un poquito de lo que ellos me han dado... pero pasito a pasito, lo voy a ir intentando... sin prisa, pero sin pausa.

Gracias a todos... sí, a los que han estado siempre a mi lado en lo bueno y en lo malo.... y gracias a quienes no supieron estar a la altura en los momentos clave, gracias a ellos, yo hoy soy más fuerte.